Hans Michaelson
Por: Hector Nuñez Medina
Prodigioso, así se puede definir a este pintor de origen judío-alemán que resultaría, fundamental en el desarrollo de la plástica nacional.
Michaelson fue profesor del guayaquileño Miguel Ángel de Ycaza Gómez a quien conoció en 1924 y quien fuera hijo del ministro plenipotenciario del Ecuador ante la república Alemana, debido a que Ycaza Gómez sufría de poliomielitis recibía clases en su domicilio, fruto de esto surge una gran hermandad entre la familia guayaquileña y el artista.
En 1938 con Hitler en el poder de Alemania, se da inicio a la persecución contra el pueblo judío, Michaelson se vio obligado a dejar su país natal por tener orígenes judíos, todos sus bienes resultaron embargados y el mismo estuvo a punto de ser trasladado a un campo de concentración, sin embargo, gracias al poder económico y los contactos que poseía el ex ministro Ycaza, Michaelson logra escapar del gran holocausto nazi y llega al país en 1940, apenas pocos meses después de iniciada la segunda guerra mundial, por esto en Alemania fue denominado el pintor degenerado.

1872
Oleo sobre cartulina
43x55cm
Colección privada
Al llegar al país radica en Cuenca por unos meses, pero al poco tiempo se trasladaría a Guayaquil donde ocuparía su lugar como catedrático de Pintura en la escuela municipal de bellas artes, en este semillero y como sus alumnos se forjaron grandes maestros de la pintura nacional, bajo su manto existen nombres como: Enrique Tábara, Araceli Gilbert, Estuardo Maldonado, Felix Aráuz, entre muchos otros, hoy consagrados artistas, quienes fueron el ejemplo de que las enseñanzas del gran maestro cambiaron la visión de la pintura en los jóvenes de aquellos años.
En cuanto a su pintura Michaelson fundamentalmente trabajo el expresionismo, se conoce obras que creo en su viaje desde Alemania al Ecuador, estas guardan tonos oscuros que retrataban el dolor de sus coterráneos durante la guerra, ya en el país se dejó maravillar por los sentimientos vividos de una ciudad porteña como Guayaquil, por lo que su obra tomo tintes vivaces y llenos de alegría, aspecto que trascendió a sus alumnos.
La obra de Michaelson va más allá de lo pictórico, él fue sin lugar a duda parte de la columna vertebral que dio forma a nuestra cultura artística, responsable de regalarnos pintores y obras de quienes hasta la actualidad y como ecuatorianos nos sentimos orgullosos.

Grupo de personas en una cuadra en Ecuador
Oleo sobre lienzo
57×58 cm
Coleccion privada

Escena oriental
1936
Oleo sobre lienzo
61×48 cm
Coleccion privada.
Fuentes:
Diario el universo, «Un redescubrimiento a la obra de Hans Michaelson», 2010.
Castro y Velásquez Juan, «El Hans Michaelson», 2016